La firmeza en la tarea de gobierno es la base fundamental para la consecución de objetivos políticos. Sin una clara definición de esos objetivos o con la perdida de los mismos, durante el transito de la praxis por el camino del buenismo y el apaciguamiento, la gobernanza será un fin en si mismo y no una vía hacia un horizonte de organización social ideal.
Estoy convencido de que esta es precisamente la clave del desgaste de la socialdemocracia europea. Por esto no comprendo como es posible mantener relaciones normalizadas con sectores sociales y económicos, que interfieren más allá de sus competencias, tratando de dirigir o frenar los mandatos constitucionales del poder ejecutivo. ¿La soberanía reside en el pueblo? Pues este habla cada cuatro años y a el hay que hablarle todos los días. Ni las sotanas, ni los filibusteros de las finanzas, ni los prestidigitadores de la información, tienen ninguna legitimidad democrática como para tratarlos con temor.
Todo esto ¿a cuento de qué? Pues resulta que el Presidente de EE.UU. (que por cierto creo que es un tipo honesto y con las ideas claras) a través de su directora de comunicación expresó lo siguiente respecto a la exclusión de la cadena Fox de la ronda de entrevistas con Barack Obama: "Vamos a tratarlos como si fueran un rival. [...] Están en guerra contra Obama y la Casa Blanca y no vamos a fingir que se comportan como una cadena de noticias normal".
Pues así es como debe ser, y esta lección de coherencia nos viene del país que inventó el medio para cogérsela con papel de fumar.
