domingo, 19 de mayo de 2013

La Religión en la educación

Con la nueva ley educativa la asignatura de Religión vuelve a contar para nota media -todo un escándalo-. Pero no debemos olvidar que este es solo un paso más en la vergonzosa situación que se ha venido dando en este país con el beneplácito de los partidos políticos auto-llamados laicos.

Uno de los primeros escándalos viene dado por el hecho de que los profesores de Religión son los únicos de la enseñanza pública que no han tenido que someterse al filtro del concurso-oposición. Los profesores de Religión son elegidos por el Obispado con el único filtro del dedo que elige quién puede y quién no dar estas clases, sin necesidad de que haya ningún tipo de criterio al no haber nada establecido por nuestra legislación a este respecto (conviene recordar que los profesores de Religión cobran su sueldo de los impuestos de todos los ciudadanos, con lo que esto podría ser una suerte de "corrupción legal")

Pero lo realmente escandaloso es la existencia de esta asignatura en sí misma; y no porque no deba hablarse de religión en las aulas, sino por la forma en que se hace. Las religiones forman parte ineludible de la cultura de la Humanidad; son parte de la Historia, de la Geografía, del Arte, del pensamiento y de la Filosofía. Por tanto, ese es el sitio donde debe hablarse de las religiones y de su influencia; como parte de los currículos educativos de las diferentes asignaturas del ámbito de las Ciencias Sociales y de la Filosofía.

Por ejemplo, podemos convenir que en un centro educativo debe explicarse que "durante toda la Historia de la Humanidad ha existido un debate filosófico acerca de la existencia o no de algún tipo de Dios"; pero nunca que "Dios existe" (no solo porque es algo que no está probado sino porque todavía está en discusión filosófica). También podríamos convenir que el peso de la enseñanza de la religión Católica sea mayor por su mayor influencia en nuestra sociedad, pero explicando cosas como "entre los dogmas de la religión Católica se indica que Jesús es hijo unigénito de Dios", en lugar de "Jesús es hijo unigénito de Dios".

En conclusión, el escándalo real no es tanto si la asignatura de Religión es o no evaluable, ni si cuenta para la nota media del expediente de los alumnos. El escándalo es que en los centros educativos hay una serie de personas elegidas por una institución como el Obispado y cobrando su sueldo de nuestros impuestos, que tienen como misión adoctrinar a los niños en el ámbito de la religión Católica. Y a fe mía que lo hacen utilizando todo tipo de triquiñuelas para captarlos (en secundaria hacen excursiones a sitios tan didácticos como el Parque de Atracciones, la Warner, etc. a las que no permiten ir a los alumnos que no eligen Religión; en infantil intentan atraer a los niños repartiendo golosinas en las clases de Religión, etc...).

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